Uno de los estilos más importante del siglo XX es el modernismo. Es un estilo ecléctico que bebe de varias fuentes, entre ellas el Art Decó y la escuela Bauhaus. La razón de su creación fue aprovechar el rápido desarrollo tecnológico de la época para dotar de belleza y racionalidad a los objetos cotidianos respetando su objetivo primordial: la funcionalidad.
Por ello, los materiales utilizados son comunes y fáciles de mecanizar. El mobiliario construido con madera, acero o cristal permite una fabricación en cadena propia de principios del siglo XX. El diseño es simple aunque no por ello carente de belleza. Se trata de dotar de dicha belleza a los muebles presentes en la vida diaria de cualquier hogar.
Genios del diseño como Le Corbusier, Rietveld o Wassily asombran al mundo de la decoración con el diseño de mobiliario. Hoy en día es fácil adquirir una de las chaise lounge creada por el suizo-francés o las famosas sillas diseñadas por Rietveld y Wassily.
A la hora de decorar paredes y espacios, se mantiene la misma filosofía. Colores y papeles pintados sencillos de aplicar pero que doten a la estancia de candor y humanidad.